Nos conocimos en un colectivo. Salíamos de la facultad, era de noche y era el tercer día de clases.
Se sentó al lado mío y saco un celular de esos que en Argentina todavía no se veían.
◄◄ Rebobinemos. En la facultad una chica alta, pelo largo, muy vistosa. No era bonita, pero vestía muy bien. Con el ruido de sus tacos al caminar, captaba la atención de todos, la mía también.
Se la veía segura, engreída, antipática. El prototipo de la cheta(*). Modelo menemista, cabe aclarar.
En cuanto la ví, supe que con ella no iba a tener mucho de qué hablar.
►Volvamos al colectivo, con la rubia de los pasillos, pero esta vez, sin coraza.
En esa época, la que tenía celular, no volvía en colectivo a las once de la noche. Su primer máscara caía.
Silvia Feik inició la conversación preguntándome si estaba de novia. Claramente, era el tema importante, para ella.